La Nevera de la Font de la Telleria

Nevera llena de maleza

Las neveras o pous de neu, eran construcciones a cierta profundidad (alrededor de 5-6 metros) en las cuales se almacenaba nieve que se prensaba hasta que se convertía en hielo. En estos almacenes, debido a sus propiedades (orientación, altitud y protección del exterior) el hielo se conservaba para su posterior uso.
En el Bajo Aragón se construyeron y utilizaron desde finales del s. XVI a principios del s. XX, la nieve se destinaba a la conservación de alimentos y a usos medicinales.
Los restos de la nevera de Valjunquera están situados al oeste de la población, en las afueras del casco urbano, a unos 550 metros de altitud. Se accede mediante el camino que parte del bar de La Telleria, situado en el cruce de la carretera con la para acceder a la localidad ad, situada en la zona donde se encuentra la fuente de la telleria. El camino transcurre paralelo a la carretera por una zona de huertos dentro de la Vall de Junquera, el antiguo depósito utilizado como almacén de nieve se encuentra a menos de 1 kilómetro del casco urbano, sobre el camino frente a unas construcciones de piedra de los huertos y la Fuente de La Telleria.
Emplazada en la ladera, al igual que otras neveras del Bajo Aragón, para aprovechar la inclinación del terreno facilitando la excavación del pozo. El pozo debería ser utilizado para el abastecimiento comunal de nieve a la población, se puede considerar, a pesar de la distancia de la que se encuentra respecto del casco urbano, como una nevera urbana.
El depósito original, de planta circular, está realizado con fábrica de piedra de sillar en seco (no utiliza argamasa de cal) dando forma a un muro cuyo grosor alcanza en algunos tramos los 80 centímetros. Los restos de la cubierta, demuestran la presencia de una fása bóveda. Su diámetro aproximado es entre 4,5 y 5 metros y unos 3 metros de profundidad visible constituyendo una nevera de capacidad media.
El estado actual de la nevera presenta un deterioro provocado por su estado de abandono que acompañado a su situación en un terraplén hace que el agua de lluvia arrastre materiales. Su interior esta cubierto por una masa de arbustos llegando a contar con un árbol seco de grandes dimensiones.
Sirvan estas líneas para recordar la importancia que tuvo en épocas pasadas la utilización de la nieve y del hielo, no sólo para conservar alimentos, sino también para diversos tratamientos terapéuticos. Olvidado hasta hace pocos años, las últimas investigaciones han despertado interés por el tema; no sólo a nivel de conocimiento en general, sino igualmente a través de distintos organismos oficiales. Como consecuencia de ello, son varias las neveras del Bajo Aragón que han sido rehabilitadas pero otras como la de Valjunquera están pendientes de recuperación.

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Una nevera restaurada